¿Qué son los criterios ESG y por qué son claves para los inversores?

Inversión Socialmente Responsable, criterios ESG, MIFID verde, la Agenda 2030 y sus 17 ODS… Son conceptos que resuenan cada vez más a la hora de invertir.

Y es que la inversión en sostenibilidad está evolucionando. Son ahora las empresas que cuentan una estrategia de negocio basada en criterios ESG las que están en el punto de mira de los inversores institucionales y particulares.

Los ESG se han convertido en un claro referente dentro del ecosistema de ISR, y en todo un reto para el asesoramiento financiero independiente.

¿Qué es ESG?

ESG (ASG en español) responde a las siglas Environmental (medio ambiente), Social (sociedad) y Governance (gobierno corporativo), compilando en estos tres bloques los aspectos no financieros más importantes de una compañía. 

Estos criterios aportan un nuevo enfoque sobre el desempeño de las empresas para analistas e inversores desde la perspectiva de la sostenibilidad. 

Ya no es suficiente con las cuentas de resultados. Las compañías también deben comprometerse y aportar valor a la sociedad. De ahí que conocer cómo contribuyen al desarrollo sostenible cada vez cobre más peso. 

¿Cuáles son los criterios ESG?


Ya hemos visto que ESG son las siglas de “environmental, social y governance”. Pero ¿qué implican cada uno de ellos?

La E de environmental – criterios ambientales

La E de Environmental comprende el alcance o la repercusión (directa o indirecta) de las empresas con respecto al  medioambiente. Es uno de los criterios más valorados por los consumidores en general, y los inversores, en particular. 

El impacto que tienen las empresas sobre el medioambiente cada vez posee más importancia. De hecho, es uno de los temas destacados de la Agenda 2030.

Las compañías han de dedicar sus esfuerzos a reducir el consumo de energía y transporte, la emisión de gases, la gestión de residuos químicos, etc.

Criterios ambientales y ODS

Las empresas han de comprometerse y aportar su grano de arena en la medida de sus posibilidades para el cumplimiento de algunos de los objetivos de desarrollo sostenible: agua limpia y saneamiento (ODS 6), energía asequible y que no contamine (ODS 7), industria, innovación e infraestructura (ODS 9), ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11), producción y consumo responsables (ODS 12), acción por el clima (ODS 13), vida submarina y de ecosistemas terrestres (ODS 14 y 15), justicia e instituciones sólidas (ODS 16).

La S de Social – criterios sociales

Los criterios sociales se refieren al impacto de las compañías en su entorno social, cómo se relacionan las empresas con la sociedad. 

Estos vínculos son de dos tipos:

  • Directos: afecta a consumidores, empleados, proveedores, etc. 

Por ejemplo, en el caso de los trabajadores, las empresas pueden mirar por su bienestar con facilidades para la conciliación, flexibilidad horaria, fomentar la igualdad de género, formaciones, etc. 

  • Indirectos: colaboración en proyectos para la comunidad, educativos, culturales, deportivos, etc. 

El criterio Social es el conector de las compañías con sus diferentes stakeholders, y por ende, el responsable de que la percepción de la marca sea positiva. Esto se traduce en la atracción de talento, clientes e inversores

Criterios sociales y ODS

La Agenda del 2030 no se queda atrás en lo que se refiere a los objetivos de desarrollo sostenible en materia social: fin de la pobreza (ODS 1), hambre cero (ODS 2), salud y bienestar (ODS 3), educación de calidad (ODS 4), igualdad de género (ODS 5), trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8), industria, innovación e infraestructura (ODS 9), reducción de las desigualdades (ODS 10), ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11) producción y consumo responsables (ODS 12), justicia e instituciones sólidas (ODS 16); paz, y alianzas para lograr los objetivos (ODS 17).

La G de Governance – criterios de buen gobierno

 

La G de Governance atañe al gobierno corporativo de la compañía en lo que se concierne a su gestión y transparencia. 

Afecta a temas como los códigos de conducta, la composición del Consejo de Administración y su diversidad, o las políticas de transparencia… Cuestiones que son claves para accionistas e inversores. 

Estos factores no financieros ya forman parte de la agenda de las cúpulas de las compañías.

Criterios de buen gobierno y ODS

Los objetivos de desarrollo sostenible relacionados con el criterio de buen gobierno de empresas e instituciones son: el trabajo decente y crecimiento económico (el ODS 8); reducción de las desigualdades (ODS 10), producción y consumo responsables (ODS 12), justicia e instituciones sólidas (ODS 16); paz, y alianzas para lograr los objetivos (ODS 17).

¿Para qué sirven los criterios ESG?

Los ESG son factores no financieros difíciles de calibrar. 

En la actualidad, las agencias de calificación e índice bursátiles valoran y puntúan el rendimiento de las empresas en función de estos criterios. Les asignan un rating o índice ESG.

Analizan tanto las fortalezas como los riesgos a largo plazo en términos financieros, teniendo en cuenta su contribución en materia ambiental, social y de buen gobierno. 

Aunque aún no existe consenso ni un agente externo que regule estos ratings, no deja de ser un scoring orientativo que facilita la toma de decisiones, siempre y cuando se conozca la metodología empleada para calcular ese índice, y se alimenten de diferentes fuentes de información.

En un futuro, contar con un índice de ESG estandarizado será un exponente clave para los directivos de las compañías y una clara referencia para los inversores que recompensarán con su capital los esfuerzos de estas empresas sostenibles y responsables.

¿Por qué invertir en productos ESG?


La Inversión sostenible y responsable (ISR) es un tipo de inversión que se basa en los criterios ESG para seleccionar los activos que van a componer una cartera mirando no solo el presente, sino también el futuro.

Los fondos o inversiones que siguen los criterios ESG combinan el análisis financiero clásico (tendencias, noticias, datos económicos, etc.) con una disección basada en información no financiera que tiene en cuenta estos factores medioambientales, sociales y de gobierno, y el impacto que generan.

Esto supone descartar a aquellas empresas de dudosa ética (de la industria del juego, las armas o el tabaco, por ejemplo); así como a aquellas que no cumplan con los tratados internacionales.

En el bando contrario nos encontramos con sectores potencialmente sostenibles: empresas relacionadas con la salud, el medio ambiente, tecnología, etc.

Las compañías que cuentan con una puntuación alta en ESG, que por ejemplo, cuidan de sus empleados, apoyan la igualdad laboral, cuentan con una gestión transparente y toman medidas medioambientales… Tienden a ser más eficientes en su administración, y son mejor valoradas por sus stakeholders.

Apostar por ESG no significa renunciar a la rentabilidad

 

De hecho, estos activos se han comportado de forma menos volátil en momentos de crisis y, en ocasiones, han sido capaces de anticipar ciertos riesgos no contemplados en las inversiones tradicionales. 

Por ejemplo, Facebook fue expulsado del ranking de empresas socialmente responsables por no proteger los datos de sus usuarios, con la consecuente bajada de acciones. Tiempo después sucedió el escándalo de vulneración de datos. 

La expulsión del ranking fue una “red flag” para los inversores de ESG.

¿Cómo invertir teniendo en cuenta los criterios ESG?

Aún queda camino por recorrer en lo que a inversión sostenible se refiere.

La información sobre los criterios ESG que cumple una empresa es facilitada por ella misma. Por tanto, estos son datos subjetivos y no se responde ante organizaciones externas.

En este sentido, falta regulación y un criterio objetivo unificado.

De ahí, que sea recomendable acudir a un asesor financiero independiente que controle el proceso de inversión, ya que tiene acceso a la tecnología necesaria y a proveedores de datos, índices de ESG y calificaciones, que le capacitan para emitir sus recomendaciones teniendo en cuenta las preferencias y el perfil de inversor.

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¿Cómo funciona el asesoramiento financiero independiente bajo criterios ESG?

El asesoramiento financiero independiente se basa en un profundo conocimiento del cliente, de sus necesidades y objetivos para realizar sus propuestas de inversión. 

En lo que se refiere a la inversión bajo criterios ESG la cosa no cambia. 

El asesor va a seleccionar los productos con ESG que según su criterio, experiencia y datos de proveedores, responden a las preferencias de sostenibilidad del inversor.

Conclusión

 

Aunque aún queda camino por recorrer, el movimiento ESG está cobrando cada vez mayor protagonismo. 

Los inversores en ESG apuestan por la rentabilidad, pero también por un mundo mejor. 

En este contexto, el asesor financiero independiente tiene la experiencia, los datos y la tecnología para efectuar las recomendaciones oportunas en materia de sostenibilidad, siempre sin conflictos de interés y con total transparencia.